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Cuando asumimos la Alcaldía de Lima en el 2003, encontramos que los parques zonales estaban convertidos en basurales y chichódromos. ¿Qué hacían las miles de familias que viven en los cerros, muchas de ellas en una sola habitación? Estos pobladores no tenían un lugar para su sano esparcimiento y nadie se había preocupado por ellos.

Pusimos manos a la obra y paulatinamente transformamos estos espacios en verdaderos centros de diversión y descanso. Había que mejorar la calidad de vida del ser humano, ayudarlo, estar a su lado, así que emprendimos esta tarea.

Entre el 2003 y el 2010, nos encargamos de recuperar los parques zonales, rehabilitar las áreas verdes y remodelar la infraestructura. El paisaje se transformó drásticamente y, donde antes había tierra y arena, crecieron verdaderos oasis, con lagunas, minizoológicos, jardines botánicos, canchas deportivas, zonas de campamento y enormes piscinas.

Hoy basta mirarlos, 15 años después, para darse cuenta de que nada tienen que envidiar a los clubes privados. Miles de familias de la periferia pasan tardes más felices en sus instalaciones. Las alternativas de diversión dejaron de ser exclusivas de una parte reducida de habitantes de la metrópoli.

Y no solo damos lugares de esparcimiento a los que menos tienen, sino que también cuidamos el medioambiente porque usamos aguas recicladas y los convertimos en los verdaderos pulmones verdes de la ciudad. Y como siempre, todo esto lo hicimos… Pensando en ti.

 

Espacios con vida propia

En la capital peruana, las alternativas de sana diversión dejaron de ser exclusivas para una parte reducida y privilegiada de sus habitantes. La Municipalidad Metropolitana de Lima (MML), a través del Servicio de Parques de Lima (Serpar), decidió emprender una cruzada para recuperar estos valiosos espacios públicos y devolverlos a los vecinos convertidos en verdaderos clubes. Al finalizar la gestión, dejamos doce clubes y nueve parques metropolitanos, referentes de modernidad, educación y cultura, participación ciudadana, unión familiar y cuidado del medio ambiente, que elevan la calidad de vida de los pobladores.

Nuestra historia

El origen de algunos de los espacios públicos más representativos de la capital está íntimamente ligado a situaciones políticas, económicas y sociales que marcaron hitos en la historia del Perú. En este caso, las necesidades de la población se conjugaron con los intereses de los gobernantes para dar cabida a nuevos lugares, que han sufrido altibajos, pero que siempre resurgen.

De parques a clubes

Los parques zonales estuvieron abandonados por mucho tiempo y los metropolitanos tuvieron algunas renovaciones, pero la falta de un adecuado mantenimiento no permitió una continuidad. Por eso, entre el 2003 y el 2010, la gestión edil se marcó como objetivo la transformación total de estos espacios urbanos, estableciendo metas concretas y asegurando el financiamiento adecuado para rehabilitar las áreas verdes, remodelar la infraestructura de valor histórico y adquirir los más modernos equipos para la práctica de variados deportes, además de asegurar un servicio de calidad para el esparcimiento de niños y adultos. Así nacieron los clubes zonales, que cambiaron drásticamente en panorama en las zonas más pobres de Lima.

Los nuevos parques

Comprometidos con hacer de Lima una ciudad más verde y sana, durante unos años Serpar se enfocó en mantener la infraestructura existente y promocionar los servicios, poniendo énfasis en las actividades culturales. En el 2016 abrieron sus puertas los clubes Santa Rosa y Flor de Amancaes, así como los remodelados parques El Migrante José María Arguedas y Salvador Allende.

Los parques, uno por uno

Conoce la infraestructura y los servicios que ofrece cada uno de estos espacios espléndidos, accesibles y económicos, donde disfruta toda la familia.

Un engranaje perfecto

¿Cómo funcionan los clubes zonales y los parques metropolitanos? Reunimos en un mismo lugar la infraestructura moderna y el calor humano que los vecinos necesitan y merecen. Cada elemento funciona individualmente y luego se conjuga con los demás en un trabajo en equipo, para garantizar que los visitantes pasen momentos felices, estén seguros y obtengan todos los beneficios de la recreación, el deporte y la naturaleza.

Nuestro legado para el futuro

El impacto de los clubes y los parques se refleja en la calidad de vida de la población, sobre todo por los beneficios sociales, medioambientales, deportivos, culturales y artísticos para los vecinos de todas las edades.