El Munilibro 15 nos acerca a la Lima en la que vivió el pintor Pancho Fierro, un ilustre vecino del Centro Histórico nacido en el barrio de los Huérfanos a inicios del siglo XIX y que vivió luego en la calle Plateros de San Agustín, hoy jirón Ucayali.
La obra de Pancho Fierro relata escenas de la vida cotidiana del siglo XIX y retrata a ciudadanos en sus diarios quehaceres, muchas veces anecdóticos, con una mirada aguda y con un fino sentido del humor. El acuarelista inmortaliza a los protagonistas de los mercados callejeros, a los vendedores ambulantes que recorren la ciudad, los festejos y las danzas públicas y domésticas, la vida de los religiosos fuera de los lugares sacros y a los personajes notables de la ciudad.
En la década del 50 la Municipalidad de Lima adquiere la colección de acuarelas de Pancho Fierro que perteneció a Ricardo Palma, quien las titula y comenta.
Pancho Fierro fue un pionero en la búsqueda de la identidad. Su pintura rescata la memoria colectiva de una ciudad rica en historias y en testimonios de vida en la que los limeños nos reconocemos.

El alcalde de primer voto. Acuarela sobre papel: 23.1 x 18.2 cm. Crédito: Pancho Fierro. Pinacoteca Municipal Ignacio Merino, Municipalidad de Lima.
- Lima la juguetona

El minué era un baile de salón de la época. La pareja aparece en la figura llamada “el saludo”. Crédito: Pancho Fierro. El minué (baile de salón en 1815). Acuarela sobre papel: 22.9 x 18.3 cm. Pinacoteca Municipal Ignacio Merino, Lima.
- El hogar de Pancho Fierro

Las señoras se sentaban juntas y los caballeros en el extremo opuesto. En un brasero se calentaba el agua para beber mate o yerba del Paraguay, con brasero de plata. Una mulatita sirve el mate. Crédito: Pancho Fierro. Tertulia plena. Acuarela sobre papel: 23.4 x 18.2 cm. Pinacoteca Municipal Ignacio Merino, Lima.
- ¡Somos libres!

En 1821 y para celebrar la proclamación de la Independencia por el general San Martín, salió una procesión cívica organizada por los negros de las cofradías mozambique, angola, caravelí, chala y terranova. La procesión está graficada en varias acuarelas. Crédito: Pancho Fierro. Cuadrilla de negros festejando el 28 de Julio de 1821. Acuarela sobre papel: 23.3 x 18.2 cm. Pinacoteca Municipal Ignacio Merino, Lima.
- Los primeros turistas

Hacia mediados del siglo XIX Lima era ya una ciudad cosmopolita a la que llegaban extranjeros de todas partes del mundo que venían al Perú atraídos por la bonanza económica. Crédito: Pancho Fierro. (Mr. Thomas) Un personaje inglés de 1840. Acuarela sobre papel: 23.4 x 18.2 cm. Pinacoteca Municipal Ignacio Merino, Lima.
- Los últimos años de Pancho Fierro

Según relata Palma con mucho humor, fray Tomates era el “cuco” con el que amenazaban las madres a sus hijos para que se portaran bien. Crédito: Pancho Fierro. Fray Tomates (sacristán dominico), 1860. Acuarela sobre papel: 23.5 x 17.8 cm. Pinacoteca Municipal Ignacio Merino, Lima. Reproducción fotográfica de Herman Schwarz.
- Epílogo en cuatro tiempos
- Baúles a Lima: el legado de Raimondi
- Qué pensaba un científico y viajero alemán sobre la Lima de esos tiempos
- Acho: el sabor y color de la libertad
- Amancaes: una fiesta que no termina

Palma cuenta que Nuez Moscada era un mulato vendedor ambulante de novenas y “otros librejos” y grandísimo borracho. A veces se presentaba en Acho sobre un burro y en actitud de rejonear un torete. Era un personaje que con sus burlas y bromas provocaba las risas del público. Crédito: Pancho Fierro. El rejoneador Nuez Moscada (1830). Acuarela sobre papel: 23.6 x 18.3 cm. Pinacoteca Municipal Ignacio Merino, Lima. Reproducción fotográfica de Herman Schwarz.